
Tras el accidente que casi termina con su vida, la cantante volvió a montar en una sesión de fotos plagada de sensualidad y fetichismo. La "reina del pop" demostró tener una relación "muy especial" con los equinos y posó casi desnuda con ellos. Madonna es una amante de los caballos, a pesar de que el año pasado casi pierde la vida cuando la caída de un equino le provocó la fractura de tres costillas, la clavícula y una mano. Pero el tiempo borra todo y ahora la diva se calzó las botas y las medias de red para una sensual sesión de fotos para el reconocido fotógrafo Steven Klein. El reportaje de 58 páginas aparecerá en la edición de Junio de la prestigiosa revista W.










